Comunicación: Se exploran las habilidades de comunicación de la pareja y se identifican patrones de interacción que puedan estar contribuyendo a la falta de entendimiento o conflictos.

Resolución de conflictos: Se enseñan técnicas para resolver desacuerdos de manera constructiva y se fomenta el respeto mutuo y la búsqueda de soluciones que beneficien a ambas partes.

Manejo de emociones: Se ayuda a la pareja a expresar y gestionar adecuadamente sus emociones, reconociendo la importancia de la empatía y la validación en la relación.

Conexión emocional: Se trabaja en fortalecer la conexión emocional entre los miembros de la pareja, promoviendo la intimidad y el apoyo mutuo.

Roles y expectativas: Se exploran los roles y las expectativas que cada miembro de la pareja tiene en la relación, identificando posibles discrepancias y buscando un equilibrio saludable.

Intimidad y sexualidad: Se discuten temas relacionados con la intimidad y la sexualidad, incluyendo la satisfacción sexual, la frecuencia y la comunicación en el ámbito sexual.

Metas y valores compartidos: Se revisan las metas y los valores compartidos de la pareja, asegurándose de que estén alineados y trabajando juntos hacia un futuro común.

Superación de crisis: Se brinda apoyo durante períodos de crisis o cambios significativos en la vida de la pareja, ayudándoles a adaptarse y crecer juntos.